Los primeros años los niños y niñas son dependientes de los adultos, sin embargo la autonomía crecerá al pasar los años.

Cada niño y niña tienen su ritmo y personalidad que deben ser respetados. 

La inteligencia emocional es la capacidad de aprender el autocontrol frente a situaciones de la vida. El adulto debe acompañar en éste proceso para crecer y poder relacionarse mejor con el medio.

La disciplina positiva es la forma como los padres podemos acompañar a los niños y niñas a desarrollar el autocontrol.

El maltrato puede dañar los vínculos generando miedo y estrés.

Es importante enseñar con el ejemplo, así generar aprendizajes en el ámbito social y emocional.

Es fundamental el amor, el apoyo y los cuidados para que los niños crezcan sanos y felices.